Pionero en el arte digital.

Texto: Fernanda Martínez | Fotografía: Ricardo Quintero

Con 15 años de trayectoria en el medio, Mario es un talentoso artista con un estilo pictórico distintivo y una paleta de colores que lo define. Pionero en el arte digital en León, Guanajuato, sostiene que la excelencia se logra mediante la práctica, ya que el talento sin ella no tiene valor.

Buscando siempre conectar con más personas en diferentes lugares, el 8 de agosto, en colaboración con Maxwell, el Proyecto 400 y Open Nature Homes, se llevó a cabo un evento en el restaurante Monatte donde Mario tuvo el honor de obsequiar, mediante una rifa, una de sus obras: ‘Mi vida es una poesía’ valorada en $26,500.00.

Esta pieza es parte de la colección digital ‘Cuando te vuelva a ver’, compuesta por 10 obras únicas que rinde homenaje a las personas perdidas durante la pandemia.

Creada durante este período en que se dedicó intensamente al arte digital, la obra fue presentada en una galería ambulante, la cual duró un año combinando elementos pictóricos y literarios para expresar su experiencia de esta difícil etapa.

“La pintura digital, distinta de la inteligencia artificial, nos permite a los artistas mantener un control absoluto sobre el proceso creativo sin atajos que ahorren tiempo ni limitaciones en la propia creatividad. Es una extensión del conocimiento y la emoción que tenemos, nos facilita la reproducción de técnicas tradicionales como el óleo, la acuarela o la ilustración en una tableta. Ahí es donde vive y donde nacen las demás obras, fusionando habilidades artísticas y tecnológicas”.

Hoy por hoy, el 70% de sus obras son realizadas de manera digital y reciben un registro que les da un sello de autenticidad, evaluando que cada pieza es original.

Fragoso ha extendido su creatividad en el ámbito literario, abordando temas íntimos como la muerte de un ser querido o el amor por su madre. Su escritura ha establecido una conexión profunda con el público, hasta el punto en que su faceta literaria es ahora más valorada que la pictórica para muchos.

Es una persona sentimental que ha encontrado en el arte una vía saludable para expresar sus emociones, y aunque estas pueden ser complejas, siempre encuentra la manera de darles forma para crear una conexión significativa con el espectador, recordando que en
este mundo no estamos solos.

Al adquirir una de sus obras te llevas un pedazo de él y del sentimiento con el que fue creada cada pieza. Su intención es plasmar esta conexión a través de su arte, y agradece que una de sus obras encuentre un lugar en tu espacio.

Mario desea enseñar, guiado por una misión que combina su vocación artística y personal. A finales de este año comenzará a impartir clases de pintura digital con el objetivo de compartir sus conocimientos y fomentar la pasión por crear.

Su intención no es solo que otros aprecien su obra, si no también que aprendan a producir por sí mismos y superen sus propios límites. Busca desarrollar nuevos talentos e impulsar a otros artistas, proporcionando la seguridad necesaria y promoviendo una competencia saludable que permita el aprendizaje y enriquecimiento mutuo.

“Quiero viajar, por que viajar abre los ojos y permite una percepción más profunda. Esta percepción es esencial para el aprendizaje, y deseo aprender para mejorar continuamente. Mi objetivo es ser mejor para poder compartir lo que habita dentro de mí. Pinto y escribo para transmitir experiencias y emociones con la intención de dejar un mensaje: que incluso en las circunstancias más difíciles, siempre hay esperanza”.