Te has preguntado: ¿dónde quedó aquel niño o niña que se reía y divertía con cualquier cosa? ¿Sabes en qué momento te volviste tan estricto? En el marco del Día del Niño te quiero compartir un tema que para mí es muy padre: ‘Mi niño interior’.
Por: Katy González
Fotografía: Cortesía
Aquel pequeño que guarda con anhelo los recuerdos más bonitos de la infancia y te permite vivirlos en el aquí y el ahora. Esta información la adquirí en el Diplomado de Energía Vital, impartido por la metafísica Ivonne Ambriz, quien me enseñó que al tener este encuentro puedes generar importantes cambios en la actualidad.
María José Cabanillas dice que el niño interior es como tu corazón, al nutrirlo nutres el alma; de igual forma, es luz porque guarda la sabiduría; es sombra, porque abraza el dolor de la infancia. Sabe cuál es nuestra misión y se encarga de recordárnosla. ¿En dónde está? En nuestro subconsciente y, a través de la mente consciente, extraemos la información para usarla día a día, razonar, deducir y decidir. En los niños es maravillosa la creatividad, la espontaneidad y la capacidad de asombro ante los misterios y sorpresas de la vida; ellos son capaces de vivir el presente, sin perderse de nada, y no preocuparse por el pasado o el futuro.
¿Cómo lograr este encuentro? Date chance de estar a solas y tener el tiempo suficiente para esta experiencia que puedes acompañar con música que escuchabas en tu infancia. Cierra los ojos, visualízate cuando eras pequeño y tráelo al ahora; agradécele todo lo bonito que te regaló y pídele perdón por los momentos de tristeza; visualízate compartiéndole tus planes, deseos y nueva vida; abrázalo muy fuerte y pídele que te acompañe.
También puedes tener en el espejo, o en otro lugar visible, una foto tuya de tu infancia y decorarla, permite que tu niño salga y fluya tu creatividad. Esto te servirá de recordatorio diario y te robará una sonrisa. Nuestro niño interior nos ayudará a recuperar esa sensación de disfrute, llevaremos la vida más leve y podremos fluir con las situaciones buenas y malas que se interpongan en el camino. Dale la oportunidad para que influya en ti y comiences a notar los cambios.