“El arte es una parte fundamental del ser humano para el rompimiento de patrones y el restablecimiento de la memoria”

Por: Jania Salcedo
Fotografías: Juan Pablo Vigueras / Cortesía

Niños pequeños que rayan libros y pintan paredes como medio de expresión cuando apenas están aprendiendo sobre las emociones es común ver, no obstante, para la tapatía Giovanna Ivone Michel Ochoa, mejor conocida como Michel Ochoa, fue tan sólo el inicio para convertirse en artista plástica.

Persiguiendo su deseo de expresarse mediante el arte, dejó la carrera de Diseño Gráfico y se licenció en Artes Visuales para la Expresión Plástica por la Universidad de Guadalajara, pues el arte es muy importante para ella ya que influye en su vida como toma de conciencia y, con ello, le provoca cambios a su alrededor; crear cada una de sus obras es “drenar emociones que no puedo consentir con otra función, ajustarlas a un plano real y poder contemplarlas para así obtener un debate de ideas y soluciones”.


Por lo tanto, sus obras son producto de sus sentimientos y emociones, aunque también refleja cuestiones sociales, donde su mente divaga, se desplaza y se sumerge de lleno en el lienzo complementando esta experiencia con la búsqueda de referentes como poemas y canciones o simplemente reflexiona e imagina un escenario y, posteriormente, procede a pintar. Inspirándose en artistas precursores como Francisco de Goya, Francis Bacon, Lucian Freud, y contemporáneos como Sergio Garval, el arte figurativo caracteriza su obra mediante trazos amplios y fluidos, donde las formas imperfectas, masas en movimiento, sombras y difuminaciones conforman su sello característico.

Expresiones fuertes se reflejan en sus piezas con una gran carga emocional con la intención de provocar una reflexión en el ámbito personal en las personas que aprecian su obra. Marrones claros y oscuros, verdes y negro conforman su paleta de colores con los cuales representa el cuerpo humano, el perro y la sombra de un toro, elementos distintivos de su obra y que cuestionan la naturaleza humana; “pensaba que el animal reflejado en la realidad de la psique (el perro), simplemente suponía un ser que tentativamente lo posiciona dentro de una maldad espiritual, sin embargo, sensorialmente lo percibí cómo ni malo, ni bueno, simplemente un animal que representa el instinto. El toro lo añadí detrás del perro por principio de comprensión de la mente y me pareció una idea bastante buena pensar en el minotauro de creta, como representación de una metáfora a la locura del ser humano, que nos compartió el maestro Luis Vicente de Aguinaga [durante mis estudios universitarios], lo cual es bastante coherente como símbolo psicológico a todo lo negativo que supone el ser humano. El ser humano es simplemente un reflejo del yo, llevando la idea a la base psicológica freudiana acerca de las tres instancias psíquicas”, comenta.


Su talento creativo le ha permitido ser beneficiaria de la beca CECA (Consejo Estatal para la Cultura y las Artes), relacionarse con diferentes colectivos y participar en varias exposiciones colectivas como Salón de otoño en Galería Adriana Valdés (2021), Sin límite en Galería Adriana Valdés (2022), Mayahuel en el Museo Nacional de Tequila (MUNAT), así como una en la Biblioteca Central Profesor Ramón García Ruíz. Además, cuenta con una exposición individual, Instinto, que expuso en el Instituto Cultural Arnulfo Villaseñor Saavedra. Actualmente, continúa trabajando en su propuesta artística y próximamente presentará una exposición individual en Guadalajara, Jalisco.

IG: @michel__ochoa__arte