Milán es una concurrida ciudad de Italia; por mucho, la capital de la moda en aquel país y una de las más importantes del mundo. Todo el año se celebran eventos y festivales de moda, aunque el de mayor renombre es el Fashion Week, donde las principales casas de costura presentan sus avances de temporada.
Texto y fotografía: Gerardo Fabre “El Biut”
Hay muchas formas para llegar a Milán, desde alguna otra ciudad italiana o de Europa, incluso desde otros países. Su aeropuerto es grande y muy bien comunicado con el Centro de la ciudad. Uno de los viajes más espectaculares es sin duda el que sale de Montreux, atraviesa parte de los Alpes Suizos, recorre una parte del Lago Como, hasta llegar a Milán. También puedes llegar en auto desde varias rutas que conectan a otras ciudades de esta región italiana.
El Duomo (Catedral) de Milano es uno de los sitios más emblemáticos de este lugar; fue construido durante cinco siglos y es de estilo gótico. Por otro lado, la Galería Víctor Manuel II, la cual no es tan antigua como el Duomo pero su forma arquitectónica y bóveda de vidrip la convierte en uno de los lugares más visitados por locales y turistas desde mediados del siglo XIX. Allí encontrarás infinidad de cafés y boutiques de prestigio.
Como en la mayoría de las ciudades europeas, en Milán abundan las motonetas y bicicletas para andar por doquier, son muy prácticas y ahorrativas, principalmente en el Centro, donde el tráfico puede ser estresante.
La Piazza Mercanti es también un importante centro turístico de Milán; a principios del siglo XX se comercializaban ahí infinidad de productos directamente de los mercaderes; y llama la atención por la gran cantidad de edificios medievales que la rodean. También te recomiendo conocer el Teatro Alla Scala, el teatro de ópera más grande del mundo; así como recorrer la Vía Manzoni, Vía Montenapoleone y Vía del Gesú, lujosas avenidas donde se concentra lo mejor de la moda y la alta joyería.
Pero si lo tuyo es el arte y eres fan de Leonardo Da Vinci, no te puedes ir de Milán sin antes conocer la iglesia y convento dominico de Santa María de las Gracias, cuyo refectorio alberga la obra maestra del famoso pintor: ‘La última cena’.
El Castillo de Sforzesco de mediados del siglo XIV; y la Basílica San Mabrosio, fundada en el año 386, son dos lugares más que maravillan a quienes visitan MIlán. Cualquier avenida que transites tendrá abundantes restaurantes de comida típica italiana, maravillas arquitectónicas, tiendas de recuerdos y sobre todo boutiques con novedosas propuestas que sólo se ven en Europa. Pon a Milán en el mapa y escápate a descubrirlo.