Imagina lo siguiente: estás tratando de comenzar a ahorrar, sabes en qué gastas cada mes y ya hiciste tu presupuesto.
Por: Vale Ibarrola
Fotografía: Especial
Termina el primer mes, tuviste mucho trabajo y no tuviste tiempo para revisar cómo ibas con el plan; así que, cuando por fin lo haces, te das cuenta de que ya te pasaste en tus gastos y que este mes no lograste la meta de ahorro. Te desanimas un poco, pero sabes que éste fue un caso excepcional y te prometes que el próximo revisarás tus finanzas cada semana sin pretextos. Y llega ese mes, en realidad te esfuerzas, pero la historia se repite, sólo que ahora comienzas a sentir algo de frustración te enojas por no haber cumplido.
Cuando llega el tercer mes ya no sientes motivación, vas dejando de lado tu registro de gastos y ya no prestas atención a tu flujo de dinero, hasta llegar al punto en el que abandonas el plan y piensas que eso de tener orden en tus finanzas requiere mucho tiempo, tiempo que tú no tienes ahora.
Pero no, déjame decirte que mientras no logres poner en orden tu gasto de tiempo, no lograrás controlar tu gasto de dinero. Y es que sólo piénsalo, el bien más escaso que
tenemos es el tiempo, nadie puede regresarte una hora que perdiste en redes sociales o viendo una serie que ni siquiera te gustó. Así que, si aprendes a administrar mejor tu tiempo, te sorprenderá cómo puedes hacer más cosas que te gustan y que suman a tu vida.
El proceso es sencillo:
- Revisa durante una semana las actividades que realizas todos los días.
- Identifica en qué estás utilizando la mayor cantidad de tiempo.
- Decide qué actividades no están sumando a tu vida y a tu bienestar.
- Busca opciones para sustituirlas por actividades que mejoren tu calidad de vida y te aporten energía positiva.
- Conforme mejores la administración de tu tiempo, lograrás transformar todo ese nuevo tiempo en dinero extra.
Esta actividad puede parecerte muy simple, pero sus resultados en tu vida y tu dinero serán de gran relevancia.
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