Por: Darío Modotti | Fotografía: Cortesía
Actor, productor, director y dramaturgo. Odín es capaz de transmitir mensajes profundos a través del arte vestido de cotidianidad.
Reinventarse y expresarse a través del teatro han sido elementales para seguir siendo un artista en movimiento.
El teatro apela a nuestras emociones y conecta con nosotros a un nivel profundo; aquellos que lo crean nos estimulan, provocan sentimientos intensos, nutren nuestra curiosidad y nos develan rincones desconocidos del pensamiento íntimo. El teatro es una expresión del artista, de su ser más íntimo, su perspectiva del mundo y de cómo experimenta la realidad. Odín Dupeyrón comparte con el público una parte de su personalidad, su forma tan auténtica de comunicarse ha logrado dejar huella en sus espectadores.
La pasión es el sello de su vida, desde la infancia se reflejó en la intensidad de cada una de sus acciones, siempre con la inquietud de descubrir cosas nuevas. Al crecer dentro de una familia de artistas, cercano a los escenarios con su padre y el impulso de su abuela para actuar, se enamoró de la actuación. Las letras fueron una parte crucial de su desarrollo, al escuchar o leer encontraba sensaciones inigualables que lo motivaron a crear un arte que estremezca, que explique, que devele pensamientos a quien lo disfruta; existencial y práctico, pero al mismo tiempo, profundo.
La aventura de escribir comenzó a los 19 años con la idea de hablar desde el corazón, compartiendo sus ideas y sentimientos, a la par que estudiaba Actuación, mezclando distintas formas de expresión que le permitieran volver tangible su sentir. Fue en ese momento cuando su talento dio frutos al escribir su primera obra de teatro, ‘Lucas’, a los 23 años, la cual dio paso a las obras ‘Espíritus’, ‘A vivir’ y ‘Lo que se esconde detrás del espejo’, así como el libro ‘Y colorín, colorado, este cuento aún no se ha acabado’, donde pudo abordar distintas perspectivas de la vida, cada una con su esencia inconfundible.
‘A vivir’ ha sido la obra que le permitió convertirse en un artista multifacético, porque al encontrarse con los retos de montar una producción, respondió a las necesidades de cada uno de los roles, siendo actor, productor y director, y descubrió sus habilidades como una casualidad que la vida le puso de frente. Asimismo, potencializó los talentos que corren por sus venas. Este monólogo ha logrado una confianza y aceptación tal en el público que ha estado en los escenarios desde hace 13 años con éxito rotundo, compartiendo grandes mensajes en cada presentación.
Odín encuentra en su arte la vía para envolver al público en situaciones cotidianas en las que existe gran valor; busca que el teatro sea un espacio de catarsis que, a través de las vivencias humanas, pueda establecer un vínculo que acerque al espectador a una nueva visión del mundo. Cada frase dicha es el momento que agita la mente y genera un punto de reflexión, proveniente desde la inmensidad de sus palabras. Actualmente, se encuentra trabajando en las puestas en escena ‘A vivir’, ‘Veintidós, veintidós’; la conferencia ‘Esto sé’; y la más reciente, la segunda vida de la obra ‘Lucas. ¿Qué sabemos del amor?’.
Para Odín es importante continuar reinventándose, creando, expresando a través del teatro y vivir de lo que más le apasiona, estando en constante movimiento. Entre sus próximos proyectos se encuentra hacer un recital de poesía y está dirigiendo un show musical de Flor Amargo, junto a otras creaciones que están en puerta. Odín Dupeyrón es un artista que ha descubierto la fórmula del éxito en su vida; compartir y disfrutar, entregarse en cada instante esperando lo incierto, dejándose conquistar por las casualidades del destino. Un ejemplo de que no existen limitaciones cuando se tiene un motivo.