Patricia plasma su obra de manera visceral, dejando que el espectador conecte con su pincelada

Por: Jania Salcedo
Fotografía: Guillermo Lugo

Declarando el arte como un medio de introspección de su ser, la artista duranguense Patricia Aguirre ha tenido un gran interés por el dibujo desde pequeña; un gusto que pronto se convirtió en más que un hobby, egresando de la Escuela de Pintura, Escultura y Artesanías de la Universidad Juárez del Estado de Durango. 

Para graduarse, realizó su servicio social en un proyecto de restauración de una colección de historia natural de la misma universidad, sin imaginar que ello sería el comienzo de su carrera profesional, pues a partir de ahí le dieron un puesto de curadora de la colección por un año y, durante ese mismo año, conoció el Colectivo Durango donde se relacionó con diversos artistas adentrándose en la pintura. 

Más adelante, colaboró en un mural en la Biblioteca del Calvario con el maestro José Luis Ramírez, el cual no solo fue su primer mural, sino un parteaguas que le abrió la oportunidad para participar en varios proyectos de arte.

Paty Aguirre libera su espíritu y alma y crea piezas en las que manifiesta su alter ego donde no tiene una temática ni técnica definida, pues depende de sus experiencias y sentires en ese momento, sin embargo, sorprende con obras únicas llenas de explosiones de color e, incluso, varios temas a la vez que logran enganchar a cualquiera. Dentro de su propuesta artística podrán encontrarse retratos, autorretratos, paisajes urbanos, vírgenes, santos y algunas caricaturas. La ironía, lo tragicómico y cuestionar la santidad son temas recurrentes en su obra.

El arte sacro, libros de vaqueros, películas como aquellas de terror de la década de 1970, personajes de su tierra y artistas como Remedios Varo, de quien su obra Tejedora de mundos la conectó con su sensibilidad al arte por surrealista y bello, así como la contraparte, la oscuridad del maestro Goya, son elementos de inspiración. Además, el arte es lo que más consume en su vida, de manera que conoce la obra de otros y también se inspira en ellos;  “es muy importante mantenerme atenta al arte en todas sus manifestaciones”.

Su talento creativo le ha dado la oportunidad de participar en varias exposiciones colectivas e individuales a nivel nacional e internacional como la Muestra plástica de Durango en el Foro Cultural Sátiro (CDMX, 2010), Plástica duranguense ALBUST ET NIGUER en el Museo de Historia y Arte Contemporáneo El Palacio de los Gurza (2012), Las quesadillas sin queso en Galería El Atrio (Guanajuato, 2016) y  Colectivas en Galería La casa (2018). Además, obtuvo el premio en primer lugar en el premio de Pintura Estatal Guillermo Bravo Morán en el año 2019.

Aguirre destaca dos exposiciones que han sido relevantes para su carrera. Su exposición Santuario en El Palacio de los Gurza (Durango, 2020) y BLESSED MEAT en Vancouver, Canadá siendo su primera exposición fuera del país. Esta gran experiencia fue documentada en el documental Santuario, el viaje perrote de Paty Aguirre producido por el director Christian Sida Valenzuela, y el cual se presentó en varios cines y espacios en México, Vancouver, Canadá y Argentina. En este se relata la experiencia de la artista partiendo durante las festividades dedicadas a la Virgen de Guadalupe en el norte de México hacia las tierras canadienses, convirtiéndose en un trabajo auténtico donde la personalidad única de la artista atrapa las cámaras. 

Paty Aguirre continúa sorprendiendo con su talento y próximamente presentará su documental junto con una exposición en Madrid, España.

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IG: @mariaporsiemprevirgen