Es muy común enfocarnos en lo que queremos tener, lo que queremos cambiar en otros y en nuestras circunstancias, pero todo eso parte de un principio. Ese principio es lo que eres tú.
Redacción: Ana Sweet
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Fotografía: Especiales.
Me he puesto a pensar en esta pregunta ¿qué queremos ser? y me gustaría animarte a que lo meditemos; no me refiero a ser doctor, ingeniero o mecánico, me refiero a ser una solución y no un problema, un puente en lugar de un muro, una puerta en lugar de una pared. Te invito a que no compliques la pregunta buscando como alcanzar el mundo entero. Te animo a que empieces con la influencia que ya tienes hoy en tu hogar, tu empleo, tus relaciones.
¿Te has puesto a analizar el efecto de tu presencia? tu presencia es la mayor inversión que puedes hacer; es muy importante analizar sus efectos. Un papá es muy necesario en casa, su presencia es irreemplazable, pero sus efectos no siempre son positivos porque no anticipa su impacto. Ser papá no es suficiente, debe estudiar los efectos que quiere producir en su ambiente. Debe ser un papá que remueva temores, infunda aliento, magnifique virtudes, cree momentos de alegría. ¿Qué quieres ser? Pues ya soy papá, pero ¿qué produce lo que eres en otros?
Una mujer puede decir que quiere ser esposa; muy bien, entonces estudiemos los efectos de su presencia: una esposa puede causar un infierno o traer el cielo a la tierra. Ella debe analizar qué produce su presencia en la vida de su esposo, sería hermoso que ella incremente su autoestima con sus palabras, lo satisfaga con sus caricias y prepare un ambiente de paz a su alrededor. Eso no sucede sólo por “ser”, sino por anticipar los efectos de su presencia y construir en base a lo que quiere producir en otros.
Estudia los sentimientos que produces, ese es tu producto de vida; estudia el efecto de tus palabras y tú presencia, ese es tu fruto; estudia cómo serás recordado, ese es tu impacto; estudia el semblante en los que amas, y eso que reflejan eres tú. Te animo a que construyas bien.
