A través de la crudeza de su obra, el artista intenta regresar a quien ya no está.
Texto: Mayumy Salinas
Fotografía: Cortesía
Partiendo de la sinceridad con la que se expresa, personajes gritando, el contraste de colores, la calma y la catarsis, Raúl Pineda engloba su obra a partir de conceptos como la nostalgia y la tristeza; pero, a su vez, tiene una fuerza que supera aspectos negativos y los transforma en una crítica social.
Considerando que el arte es un reflejo de la sociedad, la carrera de Raúl Pineda nació de manera espontánea cuando a sus trece años comenzó a dibujar el rostro de las personas a su alrededor. “Siempre se me ha hecho un acto mágico el poder dar vida a una idea con un lápiz y papel”.
Egresado de la Licenciatura en Artes Plásticas por el Instituto Botticelli para el Arte y la Restauración, Pineda busca dejar el registro de historias o personas de su entorno que han estado involucradas en sucesos violentos, transmitiendo la nostalgia que produce la ausencia de alguien que se fue y ya no regresará. Su obra es el reflejo de sus alrededores. Hace uso de la expresividad como punto de partida hacia una representación sobre una visión interior que, a su vez, se nutre de lo que pasa en un contexto hostil.
La obra de Pineda es principalmente creada a partir de mezzotinta, la cual es una técnica de grabado del siglo XVII que, debido a su contraste, ayuda a la expresividad de las obras; asimismo, recurre con regularidad al carboncillo. Para sus creaciones hace uso del realismo como apoyo visual, otorgando una primicia a los sentimientos más que a la descripción de la objetiva realidad. Se inspira en la escuela mexicana de artes plásticas, siendo la escuela del muralismo y el movimiento de la ruptura sus más grandes influencias.
El pintor nos comparte que a través del arte disfruta de la libertad de crear lo que sea, facilitándole el sentido de expresión. Por medio de una línea otorga la palabra, siendo A través de la crudeza de su obra, el artista intenta regresar a quien ya no está. los trazos una mejor vía de comunicación que su lenguaje oral. “Me gusta mucho que a partir de un lápiz puedo crear un mundo en el que conecto mis emociones con las personas que ven la obra”.
Pineda nos relata que el arte significa la vida misma. Su motivo para vivir se encuentra en cada trazo y en cada obra. Lo más importante es que para él el arte se transformó en una motivación y salvación. Con su creación artística busca trascender ideas. “Para mí, la razón de la existencia humana es la evolución y si puedo evolucionar una idea o que alguien evolucione una de mis ideas, estaré cumpliendo con esta constante evolutiva del ser humano”. A lo largo de su trayectoria, su propuesta artística ha sido parte de relevantes exposiciones nacionales (Oaxaca, Chihuahua, Guanajuato, Yucatán, Ciudad de México, Veracruz) e internacionales (España, Indonesia, Inglaterra y Estados Unidos).
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