Texto: Jania Salcedo
Fotografías: Juan Pablo Vigueras
“Para mí, crear una obra de arte es tan esencial como la vida es en lo que existo”.
Desde temprana edad, el artista Ricardo Mejorada tuvo un acercamiento al arte gracias a su núcleo familiar. Hijo de un diseñador e impresor y nieto de un artista plástico, la pintura y los materiales artísticos fueron elementos que siempre estuvieron presentes en su vida, por lo tanto, su inquietud por el arte surgió desde pequeño. Al inicio de los años 80, a corta edad, tuvo la gran oportunidad de introducirse en el mundo del arte al colaborar en el taller del reconocido pintor y escultor Juan José Ávila (Kraeppelin). Además, en 1981 fue alumno del maestro acuarelista Alfonso de Lara Gallardo.
Pintor, acuarelista, dibujante, grabador de for-mación autodidacta, Ricardo Mejorada es un artista multidisciplinario con un definido lenguaje dentro del abstraccionismo. Con la naturaleza siempre presente representada usualmente mediante pentagramas, el artista crea compo-siciones donde las formas, colores y texturas se armonizan entre sí, provocando despertar los sentidos del espectador. “Como artista abstracto, alejo de mi obra la repre-sentación de objetos o cosas identificables, teniendo siempre presente lo que es para mí la estética como finalidad”, comenta.
“Ricardo Mejorada se expresa sintetizando la forma, lo que lo lleva al proceso inicial de la abstracción sometiendo su arte al puro lenguaje expresivo: forma, color y estructura con un contenido interno cuya armonía formal se basa únicamente en la pasión del artista por lo que hace. La composición se manifiesta de una forma integral en la relación de unas formas con otras, del todo con las partes. Cada uno de los elementos están subordinados a la expresión interior, la textura es parte fundamental en la obra de Mejorada, e invita al espectador a transitar por estos caminos que en sus recorridos sublevan los sentidos con las sensaciones que la materia y el color producen; el artista privilegia la textura del cuadro por encima de cualquier otro componente formal de la pintura. En su paleta, los colores son matizados entre sí y aclarados con el blanco lo que origina la multiplicidad cromática. En sus trazos, los colores se mezclan en el ojo del espectador y generan una experiencia; todo lo secundario desaparece automáticamente y solo lo esencial permanece: el objetivo artístico. Precisamente esta posibilidad de deformación aparentemente arbitraria, pero en realidad rigurosamente determinable es el origen de las creaciones artísticas del artista”, comparte el curador de arte Alejandro Rodríguez.
Sin duda alguna, las habilidades artísticas las lleva en la sangre y junto con su experiencia que ha conllevado la experimentación de materiales pictóricos, lo convierte en un artista consagrado con una visión muy particular logrando “llevar al espectador a un recorrido entre atormentados paisajes, tierras de fuego, días nublados y laberintos llenos de geometría presente en los trazos que conforman y dan vida a amorfos paisajes imaginarios”, expresa.
Contempla en su haber artístico reconocimientos, menciones honoríficas y diversas exposiciones colectivas e individuales a nivel nacional e internacional como Mostra D’arte (Venezia, 2020), Rutas Plásticas en el 3er Concurso Semilla Gráfica donde recibió una mención honorífica (2020), Iluminaciones colectivas (Sala de arte Rimbaud, 2021), Del cielo y más (Ecléctico Galería, 2021) y Sumaq Perú (Perú, 2022); actualmente se encuentra representado por Galería Contemplo en Puerto Vallarta, en Patricia Mendoza Art Gallery en Los Cabos y en la Sala de Arte Rimbaud en Guadalajara.
IG: @ricardo_mejorada
FB: Coyo coyo