Rosa frambuesa nace de la pasión por crear y del sueño de tener una empresa propia, pero también de la necesidad de fabricar productos sin químicos.
Por Cortesía
Hace cuatro años diversas circunstancias, empujaron a Rocío Munguía a emprender un negocio de jabones artesanales. Su marca -Rosa frambuesa- nace de su pasión por crear y del sueño de tener una empresa propia, pero también de la necesidad de fabricar productos sin químicos.
Además, en esa época le diagnosticaron hipotiroidismo, lo que la llevó a investigar sobre este padecimiento y encontró que la mayoría de los cosméticos para mujer, contienen disruptores hormonales que son sustancias químicas que alteran el sistema hormonal, y, por si fuera poco, son dañinas para el medio ambiente.
En este sentido, motivada por el deseo de poner un granito de arena para la conservación de nuestro planeta al ofrecer productos artesanales de calidad para el cuidado personal, Rosa Frambuesa se convierte en una realidad.
Los japoneses dicen que para ser feliz necesitas estar alineado con tu misión de vida, la cual se sostiene en cuatro elementos: amar lo que haces, ser bueno en lo que haces, que el mundo necesite lo que haces y que te paguen por hacerlo. De esta manera cumples tu misión con pasión, vocación y entrega; y eso lo procura transmitir con sus productos, desde la elección de materias primas y aromas, hasta el diseño de la presentación final.
“Debo reconocer que el arranque de mi negocio fue complicado. No sabía cómo promocionar mis productos, qué estrategias de marketing emplear, cómo diseñar mi logo; sin embargo, detrás de todo este caos inicial siempre estuvo mi familia, en especial mi hermana; puedo afirmar que le debo a su apoyo incondicional y asesoría, gran parte del crecimiento de mi negocio”, comentó.
La publicidad de Rosa Frambuesa ha sido de boca en boca, se ha dado a conocer gracias a la recomendación por parte de sus amigas y clientes; de igual forma, una herramienta muy útil para ella han sido las redes sociales.
“El hecho de contar hoy con clientes leales, me ha permitido diversificar mi catálogo con shampoo y acondicionador sólidos, así como velas aromáticas de soya, productos en armonía con el cuidado del medio ambiente por estar libres de químicos y al no estar envasados en plástico”, agregó.
Los productos de Rosa Frambuesa se prestan, por sus características y amplia variedad de diseños, para ser un lindo detalle en eventos como bodas, baby showers, bautizos, etc. Esta línea de negocio le ha traído también muchas satisfacciones y clientes contentos.
“Sé que el camino es largo aún y que la competencia es feroz, pero estoy convencida de que Rosa Frambuesa está para quedarse. Sus ingredientes naturales, su amplia variedad de aromas y consistencia, son indicadores claros de calidad. Ahora sólo se trata de que más gente se dé la oportunidad de probarlas, mientras tanto yo seguiré creando con la misma entrega y pasión que siempre”, finalizó.