Con 23 años de historia, el Guanajuato International Film Festival se ha mantenido a la vanguardia en los festivales de México, tan sólo con la producción de 12 películas al año y con la programación especial de proyectos en realidad virtual.
Por: Mario Preciado (IG @mariopreciado_) Fotografía: Cortesía Ernesto Herrera
El confinamiento a causa de la pandemia por Covid-19 aplazó la cita de la edición de este año del Guanajuato International Film Festival (GIFF). Será en septiembre cuando en San Miguel de Allende y Guanajuato Capital se vivan diez días de una auténtica fiesta de la cinematografía contemporánea mundial, con un énfasis especial en lo que se produce en México. Por lo pronto, te traemos una charla con la fundadora y directora del GIFF.
¿Sobre qué están trabajando este año para el GIFF?
“Ya se cerró la convocatoria y la recepción de películas en competencia. A pesar de que hemos recorrido las fechas, hemos recibido muchas películas porque vamos a ser el primer festival de regreso de la cuarentena (…) Estamos viendo muchísimo cine, y trabajando con Identidad y Pertenencia, con el Rally, con talleres de formación y revisión de material. Seguimos en revisión de storyboards y pulimos guiones. Vamos muy bien.
No hemos podido extender muchas invitaciones y todo está en cuestión de ‘veremos’, pero contamos con muy buenas películas y estamos pensando en la programación. Ha habido muchos cambios a nivel federal con el cierre de los fideicomisos (…) esto impacta al cine mexicano; entonces, estamos viendo qué conferencias y talleres dar, las condiciones económicas que tendrá el país y cómo van a afectar al cine mexicano son temas que discutiremos en el marco del Festival”.
¿Cuál ha sido la clave para poderse reinventar cada año?
“Hay que tener el dedo en el pulso de todo lo que está pasando en el mundo en el tema cinematográfico y estar al tanto de nuevas tecnologías y nuevas formas de contar historias. Hay que escuchar mucho a la comunidad cinematográfica, la comunidad artística y la cultural; así como a los temas sociales y económicos que afectan al país y al mundo, pero sobre todo al cine (…)”.
Parte del éxito seguramente también se debe a la confianza que te tienen, ¿cómo la consigues?
“Siendo fiel a la plataforma del Festival. Estamos aquí porque amamos y promocionamos al cine y a nuestros destinos. Apoyamos a la comunidad artística, fortalecemos la oferta cultural del estado y del país. Creo que la gente sabe que es un esfuerzo honesto que no tiene intereses ocultos, más bien es el afán de hacer más cine, hablar de él, abrir esa ventana de expresión a muchas personas, formar nuevos talentos y crear nuevas historias. Por eso vienen grandes invitados (…)”.
¿Cómo te describes como mamá?
“Estricta, tal vez. Pude haber nacido asiática, soy como esas mamás dragones: muy exigente, muy estricta, pero muy creativa, quizás debas preguntarles a mis hijos. Creo que soy mejor abuela que mamá”.
¿Cómo te gustaría ser recordada?
“La gente te recuerda como quiere. Pero yo quisiera ser recordada porque fui una luchadora que dejé un acceso a la cultura cinematográfica en mi estado y en mi país, que seguí luchando contra viento y marea por una visión y un sueño que trajo grandes cosas a mucha gente”.
“El GIFF es un esfuerzo de mucha gente, cuando se suben a la plataforma lo hacen por pasión, le entran con todo el corazón. El éxito es porque la gente que está aquí cree en ello, han soñado con ser parte del equipo GIFF y se han entregado al 100%”.
Sarah Hoch