¿Estás trabajando en un lugar que amas o detestas? Hagamos algo de matemáticas: Déjame darte un número: 24. El día tiene 24 horas ¿Cómo estás viviendo esas 24 horas?
Texto: Hugo Jaramillo
Fotografía: Cortesía
Duermes de 7 a 8 horas; el 30% Por lo tanto, podemos decir que tienes la posibilidad de vivir 16 horas.
¿Qué haces en esas 16 horas? Veamos:
Aproximadamente, de dos a tres horas las destinas para tu alimentación ¿Cuántas horas ves la TV o tu plataforma favorita; 2 a 3 horas? ¿Cuántas horas destinas a redes sociales; 1 hora o 2 horas? Por lo tanto, a estas actividades le destinas el 40%.
Ahora, ¿Cuántas horas le destinas a tu trabajo? Si incluyes desplazamientos, o si trabajas desde casa, todos esos minutos extras para enviar y contestar correos; entre 9 y 10 horas al día. Esto significa que, en promedio, el 60% de tu tiempo, despierto, lo dedicas a trabajar.
Si no te gusta tu trabajo, date cuenta que le estás dedicando el 60% de tu tiempo despierto de tu día, a algo que no quieres hacer. Entonces, ¿por qué crees que la mayoría vive esperando el fin de semana? Pues déjame decirte que, aun descansando el fin de semana, al final de un año habrás utilizado más del 50% de tu tiempo despierto a realizar algo que detestas. Y el otro 50% en actividades como comer, trasladarte, divertirte, pasarla bien.
¿Y el tiempo destinado al crecimiento? ¿Al reto? Si no lo hay ¿Qué crees que le hace eso a tu psique? ¿A tu vida? – ¿Ahora comprendes por qué hay tanta gente que se siente infeliz? – Sin reto no hay crecimiento y sin pasión por lo que haces no hay deseo de asumir el reto. Cuando dejas de crecer, comienzas a morir.
Despierta ya, abre los ojos, no puedes aspirar a tener una vida satisfactoria destinando más de la mitad de tu tiempo a una actividad que no te gusta y donde no estás creciendo. Las matemáticas importan. Ahora ya lo sabes. La pregunta es: ¿Qué vas a hacer al respecto? Estás a un segundo de tomar una importante decisión.