Estuvimos en el inicio de la gira de The Rolling Stones en Chicago y fue nada menos que una noche épica.
Por:Alicia Rosales
Fotografía: Especiales
A dos meses de la operación a corazón abierto de Mick Jagger y que pusiera en duda la gira de The Rolling Stones por Norteamérica: Richards, Wood, Watts y Jagger iniciaron en Chicago el ‘No Filter Tour’. La ciudad que en un inicio sería el cierre de la gira se convirtió en la primera fecha de tan esperado regreso.
Esta vez fue la tercera ocasión en que vi a los Stones en vivo. La anterior se dio durante el legendario Desert Trip Festival, llamado también ‘Oldchella’ por realizarse en el mismo venue de Coachella; y el performance de sus integrantes por todo el escenario sigue siendo el mismo, a pesar de una operación nada ordinaria, anécdotas contadas por los mismos integrantes de los excesos que cometieron en los sesenta y setenta, más otras historias míticas que se han forjado alrededor de la banda. Como el buen vino, Los Rolling Stones mejoran con los años.
Miles de personas esperábamos expectantes y con ansias a que Mick apareciera en el escenario. Hace un par de semanas había posteado un video donde hacía gala de su salud a sus casi 76 años, pero ese minuto y medio de baile no se compara con un concierto que va hasta los dos horas de duración, pero sí lo fue y nos llenó el corazón de alegría al verlo de nuevo entero y con soltura sobre el escenario.
La noche comenzó con ‘Street Fighting Man’, seguida de ‘Let’s Spend the Night Together’, que nos trasladó directo a los últimos años de los sesenta. He tenido la suerte de que en las tres ocasiones que los he visto en concierto han tocado temas que nunca habían interpretado o que hacía mucho que no lo hacían, esta vez fue el turno de ‘Sad Sad Sad’ del Steel Wheels. Pasaron 17 años para que fuera tocada nuevamente en vivo; clásicos que no pueden faltar también se escucharon: ‘Sympathy for the Devil’, ‘Honky Tonk Woman’, ‘Miss You’, ‘Dead Flowers’, ‘Angie’, ‘Paint it Black’, ‘Midnight Rambler’, ‘Start me up’, ‘Jumpin’ Jack Flash’ y ‘Brown Sugar’.
Para el encore, regresaron con ‘Gimme Shelter’ y ‘(I Can’t Get No) Satisfaction’. Los Stones empezaron su gira con el pie derecho, se miran como una banda que disfruta y que fueron hechos para vivir sobre los escenarios; que aunque los años pasan, éstos sólo los hacen más seguros y excelsos en cada show. Es evidente que se quieren y se respetan, lo podemos ver en cada solo entre Keith y Ron o con la complicidad que existe en todo momento entre los cuatro y que se extiende con los músicos que los acompañan. No sabemos si habrá otra gira cuando concluya ésta en Miami, pero es justo y necesario que el show llegue más allá de Europa y Norteamérica, incluyendo México, por supuesto.