Texto: Fernanda Portillo | Fotografía: Diego Torres
México no solo es la cuna del tequila y mezcal, sino también de vinos que cautivan el paladar y conquistan el mundo.
Tinto Bajío nació en 2014 de la mano de Lorena Succar Velázquez y Marcelo Castro Vera con una misión clara: impulsar las casas vinícolas mexicanas, con un enfoque especial en Guanajuato. Así comenzó “la fiesta del vino”, un evento que pronto se convirtió en una tradición en la región. Sin embargo, la pandemia interrumpió su realización durante dos años.
Al regresar, Lorena Succar Velázquez asumió la dirección del festival y, ahora en 2025, Tinto Bajío celebra con orgullo su décima edición.
“El protagonista es el vino. Mientras haya casas mexicanas creando cosas extraordinarias y gente dispuesta a descubrirlas, nosotros estaremos ahí. Esa siempre será la razón principal de este festival”. Lorena Succar, directora del evento.
Este año, el festival ofrecerá una experiencia aún más completa y memorable. Los asistentes disfrutarán de una selección excepcional de casas vinícolas de todo México, incluyendo representantes de Guanajuato, Zacatecas, Aguascalientes, Querétaro, Baja California, Coahuila, Jalisco y más. Además, el evento contará con música en vivo, un área infantil para disfrutar en familia y un ambiente diseñado para celebrar la cultura del vino en todo su esplendor.
Una de las grandes novedades de esta edición es su nueva sede: la Academia Renacimiento (Trinitate), un espacio que, con sus cinco mil metros cuadrados de jardines y edificios históricos, brindará el entorno perfecto para disfrutar del vino como nunca antes.
El evento contará con un clima agradable, mayor amplitud y más expositores, lo que enriquecerá la experiencia de los asistentes. Y eso no es todo. Por primera vez en la historia del festival, los asistentes podrán disfrutar de una oferta gastronómica más amplia, con diversos proveedores que complementarán la experiencia enogastronómica.
Habrá un programa con 2 catas guiadas cada hora durante ambos días. Dichas catas son dirigidas por los expertos representantes de cada bodega. Y para quienes buscan un momento más exclusivo, se inaugurará un área VIP con mesas reservadas para disfrutar del festival con mayor comodidad.
Más allá de la celebración, Tinto Bajío sigue fiel a su propósito: impulsar la industria vinícola mexicana. El festival no solo brinda una plataforma para que las casas vinícolas presenten sus etiquetas al público, sino que también fomenta el turismo enológico, incentivando el consumo local y la visita a viñedos.
A lo largo de los años, Tinto Bajío ha evolucionado, pero su esencia sigue intacta: es un homenaje al vino y a las tierras mexicanas donde nace. Con cada edición, el evento se reinventa para ofrecer experiencias únicas a los amantes del vino, sin perder de vista su compromiso con la industria y con quienes disfrutan de esta bebida