La diseñadora de joyería Elena López presenta su nueva colección inspirada no sólo en la biodiversidad, sino en los atributos y cualidades que representan los caracoles y tréboles, haciendo de cada pieza una belleza simbólica.
Por: Mario Preciado (IG: @mariopreciado_)
Fotografía: Cortesía.
La diseñadora de joyería Elena López encuentra en la naturaleza la fuente inagotable de inspiración para su marca homónima. Cualquier detalle puede detonar toda una colección, pero no son sólo los elementos de la biodiversidad en sí lo que le causa inspiración, como los tréboles o los caracoles –en ésta más reciente entrega– sino los atributos o cualidades que ellos representan. Así lo ha hecho desde que comenzó su proyecto, el cual despuntó con una serie de piezas de abejas y abejorros, exquisita, bella y simbólica a la vez.
Han pasado los años y sus creaciones siguen sorprendiendo, la sensibilidad de Elena es un factor determinante en todo lo que hace. No faltan las exposiciones y desfiles en los que ha participado, incluso rebasando las fronteras mexicanas. Con ‘Tréboles y caracoles’, Elena agrega a su catálogo dos elementos bellos y poderosos. “El trébol me gusta porque representa abundancia y buena suerte, por eso en la colección algunas piezas tienen un trébol de cuatro hojas a manera de buena fortuna”, explica. Por otro lado, en referencia a los caracoles, apunta que sus sobrinas, quienes poseen un terrario con caracoles, le pidieron que les creara uno y Elena quiso complacerlas. Ahí fue cuando la colección vio sus inicios.
‘Tréboles y caracoles’ está conformada por aretes, pectorales, collares, brazaletes, pulseras y anillos. Cada pieza está integrada por un campo de tréboles y los caracoles que pasean por él. Próximamente, Elena trabajará de lleno en un proyecto que siempre soñó, incursionar en el diseño de esculturas y artículos de decoración.
Instagram: @elenalopezjoyas