En su proyecto de vida no vislumbraba otra cosa que no fuera la Medicina. Eligió León como lugar para ejercer su profesión y hoy su trato con los pacientes y sobre todo su preparación definen su práctica médica.

Por: Mario Preciado (IG: @mariopreciado_)
Fotografía: Emmanuelle Elías (IG: @emmanuelle_elias).

El doctor Agustín Urzúa lo tenía claro desde niño: de grande habría de dedicarse a curar el corazón de las personas. No pasaba de los ocho años cuando esa idea se fijó con fuerza en su mente, era el tiempo en que su abuela fue diagnosticada con un tumor cerebral y ello lo motivó aún más a decretar cuál sería su rumbo profesional.

Aunque, al llegar a la edad de elegir la carrera, ciertamente no era un muchacho muy estudioso y más bien contaba con habilidades para el fútbol, llegó a formar parte de las fuerzas básicas del Atlas; por ello, quizás, su papá fue tan insistente cuestionándolo en repetidas ocasiones si la Medicina era lo que quería para él. Estaba decidido.

Oriundo de Jalisco, el doctor Urzúa egresó de la Universidad de Guadalajara en 2002, cuenta con las especialidades de Medicina Interna, por la Universidad de Monterrey; y Cardiología, por la UNAM. Al egresar de la segunda y habiendo contraído matrimonio, junto a su esposa, decidió mudarse a León, lugar donde habría de ejercer. Desde hace diez años esta ciudad se convirtió en su nueva casa y le ha traído cuantiosos logros profesionales.

Urzúa González ha estudiado un par de maestrías (Teoría Cardiovascular y Administración de Hospitales y Servicios de Salud), es miembro del Comité Académico de la Universidad de Guanajuato, estudia un doctorado con línea de investigación en Gestión de los Servicios de Salud y, próximamente, será parte de la mesa directiva del Colegio de Cardiólogos de Guanajuato. “Llegamos prácticamente sin conocer a nadie. Picamos piedra y con mi labor, poco a poco, me he dado a conocer en el medio de la Cardiología. Afortunadamente me ha ido muy bien”, explica.

“LA GRAN MAYORÍA DE LOS PACIENTES SALEN ADELANTE Y VES LO AGRADECIDOS QUE ESTÁN CONTIGO Y CON TU TRABAJO, ESO ME MOTIVA TODOS LOS DÍAS A SER MEJOR, ESTUDIAR MÁS Y MANTENERME ACTUALIZADO”.

Además de dar consulta privada en Médica Campestre, actualmente trabaja en la Unidad de Cuidados intensivos Cardiovasculares tanto en el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío como en la clínica UMAE T1. Como cardiólogo clínico, considera que la empatía es fundamental en la relación médico-paciente, y así lo describe: “Es entender que un paciente viene con un malestar, una sensación y un duelo por saber que su salud puede estar en riesgo y, más aún, hablando del corazón; se sabe que la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en el mundo”.

Hay pacientes cuya salud no se puede asegurar únicamente con medicamento, sino que se deben hacer estudios o tratamientos invasivos como la cirugía abierta de corazón; por lo tanto, es fundamental ayudar al paciente a entender poco a poco su enfermedad, explica Urzúa, así como ofrecerle las opciones que tiene y hacerle ver que todo el tiempo estará acompañado por el médico para obtener los mejores resultados.

Con una visión profesional definida y una atención cordial y clara, el doctor Urzúa sabe que eventualmente su trabajo será más en el área administrativa que en el consultorio, lo cual se alinea al hecho de que también hay que dar espacio a las nuevas generaciones de médicos. Urzúa gusta de escuchar audiolibros, pasar tiempo con su esposa, ir al parque con sus hijas y viajar con ellas a algún destino de playa cada vez que se puede.