El reino de Arabia Saudita es uno de los destinos turísticos
más exóticos y complejos para todos los viajeros. Sin embargo,
son muchos los obstáculos que se tienen que atravesar si
queremos conocer este país del Medio Oriente.

Por: El Biut

Arabia Saudita tiene muy poco tiempo que se abrió al turismo occidental, los únicos que podían entrar a esta nación eran los musulmanes, sobre todo los que llegan de peregrinaje a La Meca o Medina; pero para todos los que no somos partícipes de esa religión, hasta hace poco era literalmente imposible de visitar.

Hoy en día ya está abierto a la gran mayoría de turistas de todo el mundo, pero no es nada fácil. Primero hay que tramitar una visa que es algo costosa, luego tienes que conseguir un vuelo hasta Riad (capital de Arabia Saudita) o Jeddah, la ciudad más visitada y
transitada de este reino árabe. También puedes tomar un vuelo desde Europa y de ahí continuar hasta algún destino en Arabia.

Toma en cuenta su religión, costumbres y leyes. Los no musulmanes no pueden visitar, y mucho menos entrar, a la Meca. Hace muy poco que se permitió la visita a la ciudad de Medina, pero aún no se puede ingresar a las principales mezquitas. A pesar de esto, se pueden apreciar desde el exterior, y la verdad es una experiencia única en el mundo.

Las distancias en Arabia son extremas, la gran mayoría de su territorio está cubierto por desiertos, no recomiendo mucho ir en verano porque el calor es insoportable. La mejor época es desde finales de octubre hasta mediados de abril, hay poca lluvia, pero cuando llueve, llueve enserio.

En las principales ciudades hay muchísimas franquicias y centros comerciales impresionantes. Eso sí, hay mucho extranjero trabajando en Arabia, principalmente provenientes de países como la India, Bangladesh, Sri Lanka, Pakistán, etc.

Mi visita comenzó en Riad, una ciudad en auge y con rascacielos imponentes donde puedes admirar toda la ciudad y sus alrededores. El lugar que más me impactó fue Diriyah, una ciudad muy antigua ahora convertida en un museo y centro de actividades y eventos importantes. Una de las construcciones modernas más famosas de Arabia es el centro cultural King Abdulaziz en la ciudad de Dhahran.

Hegra es un sitio arqueológico que tiene un gran parecido a Petra y este lugar fue el primer sitio en ser declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en Arabia. Te recomiendo mucho ver el espectáculo de luz y sonido en la noche, y también visitar la famosa roca que tiene una similitud igualita a la de un elefante. Otro lugar que te fascinará es el Cañón de Wadi Dissah, este recorrido lo puedes hacer desde AlUla.

Desde AlUla rentamos un auto y desde ahí rodeamos la costa del mar árabe hasta llegar a Medina, la segunda ciudad más sagrada para el islamismo. Por suerte aquí los no musulmanes podemos entrar y visitar la gran mayoría de los lugares históricos, principalmente sus mezquitas imponentes. Eso sí, solo por fuera, aunque escuchamos que muchos turistas entran haciéndose pasar por musulmanes, pero como comenté, uno tiene que respetar las reglas y, sobre todo, a la comunidad de esa nación.

La vibra que se siente al estar en la Mezquita del Profeta es algo inolvidable, ver como se paraliza una ciudad para ir a orar y ver miles de feligreses orando en cualquier lugar es muy emocionante. Te recomiendo que trates de hospedarte lo más cercano a esta mezquita para poder tener esa experiencia mágica. De Medina manejamos hasta llegar a Jeddah, a lo largo de la carretera tuvimos experiencias inolvidables como ver a cientos de camellos de muchos colores en su hábitat natural, así como changos en la carretera en busca de alimentos.

Finalmente puedo decir que se cumplió uno de mis sueños, visitar Arabia Saudita. Nunca me imaginé que sería algo tan grandioso, espectacular y fascinante como lo viví.