Gisbert Pöppler combina un profundo conocimiento
de arquitectura y diseño de interiores con una
comprensión integral del espacio, el color, la luz y los accesorios, gestando toda una experiencia ambiental.

Texto: Julieta de León Fotografía: Wolfgang Stahr y Andreas Meichsner

Cuando se trata de renovar edificios históricos, el arquitecto berlinés Gisbert Pöppler despliega un magistral talento para equilibrar la tradición con la modernidad, uniendo pasado y presente de manera conceptual y eficaz. Su astuto enfoque se ejemplifica en Berliner Zimmer, apartamento que renovó en el barrio de Charlottenburg en Berlín, el cual acentúa elegantemente el patrimonio arquitectónico del edificio mientras porta el garbo de una delicadeza contemporánea.

La residencia es una obra de intrincadas intervenciones cuya discreta sofisticación exalta la pasión por el fino arte del diseño, reflejando el gusto y la sensibilidad de los propietarios, una pareja germano-israelí. El apelativo de Berliner Zimmer refiere a una característica común en los apartamentos berlineses de los siglos XIX y XX: una gran sala que conecta el edificio frontal con un ala lateral en la parte posterior, usada por lo general como estancia. A pesar de su tamaño, estas habitaciones tienen solo una pequeña ventana, lo que no era buen augurio para los residentes. La solución de Pöppler fue agrandar la abertura que conecta el Berliner Zimmer con el comedor adyacente, aprovechando toda luz diurna disponible desde el frente del apartamento.


Los propietarios solicitaron también incluir una gran alfombra colorida que les cautivó, lo que influyó en la decoración de la habitación, incluida la elección de una tonalidad rojo-naranja en muros que sería factor decisivo para la selección de obras de arte de la extensa colección de los dueños. Complementada con tonos azules y beige, sumando el brillante detalle provisto por piezas de vidrio y metal, así como texturas suaves cortesía
de sillones exuberantes, la espaciosa habitación es a su vez vibrante como confortante, invitando a los huéspedes a relajarse en un ambiente de opulencia moderada.

El apartamento está pleno de sutiles adecuaciones cuyo ingenio radica en su carácter imperceptible, a pesar de la radical reconfiguración a la que se sometió. Esta idea se hace evidente en la reubicación del baño principal en un antiguo dormitorio. El espacio se siente más como galería de arte que como baño, donde el punto focal es la alfombra circular de seda, diseñada por el mismo Pöppler en colaboración con Tai Ping Carpets. Denominada Alfombra Midas, y dando testimonio de la astucia creativa e influencia artística del arquitecto, su diseño hace referencia a la colección Otoño 2014 de PRADA Men, inspirada en el vestuario de la película Las amargas lágrimas de Petra von Kant, de
Fassbinder; basada a su vez en la pintura Midas ante Baco, de Nicolas Poussin.

Diseño: Gisbert Pöppler
Ubicación: Berlín, Alemania