Por: Mario Preciado | Fotografía: Cortesía

En exclusiva, el actor y productor mexicano comparte con nosotros la osadía que ha sido adentrarse en el mercado hollywoodense. No ha sido fácil, pero sus éxitos hablan de la tenacidad de este hombre hecho de experiencias.

“Tener confianza y seguridad en uno mismo es importantísimo. Siempre tendemos como mexicanos a agachar la cabeza, especialmente ante los gringos y, sobre todo, en una industria como Hollywood. Te sientes menos, y más porque no es tu idioma. Y me pasó. Yo llegué sintiendo que era nadie”.

El actor mexicano Eugenio Derbez co-produce la cinta ‘Hombre al agua’ (‘Overboard’), una versión moderna de la clásica comedia romántica de finales de los 80. Seis años después de su llegada a Hollywood, el momento que está viviendo el comediante es otro; uno mejor. A la fecha, ha fortalecido su manera de trabajar en el que es un mercado sumamente competitivo. De todo ello hablamos en la entrevista exclusiva de esta edición.

“El viaje ha sido muy intenso (…) Del 2012 para acá volví a nacer, soy otra persona. Me siento otro actor, otro ser humano, otro todo (…) He pasado por todo tipo de anécdotas en este viaje tan extraño, empezando por el inglés”. Para Eugenio, el idioma ha sido uno de los principales retos para abrirse camino. Recuerda que en las primeras juntas a las que asistió con su socio Ben Odell, no participaba porque nada entendía. “Al final le decía, ‘¿Qué dijeron?’. Y me contestaba, ‘Está perfecto porque todo mundo piensa que eres muy enigmático. Entonces, te tienen hasta miedo’. ¡Pero cuál enigmático! Lo que pasaba es que no entendía y no quería regarla”.

En ‘Hombre al agua’, Eugenio hace del multimillonario mexicano ‘Leonardo’, un hombre egoísta y prepotente quien recibe una lección a manera de venganza por parte de su empleada ‘Kate’ (Anna Faris) después de que éste sufre un accidente en su yate y queda amnésico. El equipo de Eugenio buscaba una actriz parecida a Goldie Hawn –quién actuó en la primera versión de la cinta–; sin embargo, Anna Faris (‘Scary Movie’, ‘The House Bunny’) les pareció ideal por su experiencia previa en comedia y justamente por su parecido con Goldie Hawn.

“El viaje ha sido muy intenso (…) Me siento otro actor, otro ser humano, otro todo”.

¿Cuál fue tu experiencia al ver la película terminada?

“Fue justo lo que pensábamos que iba a ser. Me ha pasado mil veces que ves la película terminada y no es lo que esperabas. Tuvimos la suerte de tener a dos maravillosos escritores (Bob Fisher y Rob Greenberg), quienes acabaron siendo ellos mismos quienes dirigieron la película. Y eso fue un plus, porque a veces en el proceso entre el escritor y el director, hay diferencias y se pierden muchas cosas. Aquí, los escritores eran los mismos directores; y son los escritores de ‘Wedding Crashers’, ‘We’re de Millers’ y ‘How I Met Your Mother’, que son tres comedias maravillosas americanas. Quedó linda la película, tiene mucho humor, pero también tiene mucho corazón. Ésa es la combinación que a mí me gusta hacer siempre en cine”.

Ahora eres un productor que se da trabajo a sí mismo, ¿cuál es el balance de tu carrera actualmente?

“Estoy feliz porque me di cuenta que ése es el camino. Lo sabía desde que inicié mi carrera, siempre ha sido así. Cuando empecé en la televisión toqué muchas puertas y nunca me las abrieron. Siempre llegaba y pedía trabajo y nunca me lo daban. El día que me cambió la vida fue el día que decidí que, en vez de ir a pedir, iba a ir a ofrecer. Me senté con un grupo de amigos a escribir, cuando yo ni siquiera sabía que sabía escribir. Y empecé a trabajar lo que en su momento fue ‘Al derecho y al Derbez’. Y ese día, cuando llegué a Televisa –con un proyecto en vez de llegar a pedir–, en ese momento se me abrieron las puertas. Y dije, ‘Ésta es la manera’. Luego, quise entrar al cine, luché por entrar durante muchos años y no me dieron la oportunidad. Me senté a escribir y producir ‘No se aceptan devoluciones’ y ahí estuvo mi entrada al cine. Cuando llegué a Hollywood pensé que me iban a dar películas inmediatamente porque le había ido muy bien a mi película. Me dieron citas, pero no me dieron películas. Y entonces dije, ‘Hay que usar la misma fórmula. Ponte a trabajar’. Y así es la única manera en como he venido saliendo adelante”.

Tu vida cambió tanto que incluso tu hija Aitana está creciendo en otro contexto, ¿cómo ha sido esa experiencia?

“Mi hija nació en Estados Unidos porque allá le tocó nacer, porque allá me tocó estar viviendo. Pero es una bendición para mí el hecho de que mi hija pueda tener dos idiomas. Mi hija tiene tres años y habla perfecto español y entiende al cien por ciento el inglés y lo habla en un 50%. Ya hubiera querido a los 40 hablar lo que ella habla. Eso es una bendición para mí, que pueda conocer otras culturas sin perder el español y sin perder el amor a México, porque al final de cuentas somos mexicanos, aunque estemos viviendo allá”.

Siendo un padre experimentado, ¿Aitana vino a descubrir en ti algo nuevo cómo padre?

“Todo nuevo. Yo era un padre muy diferente con mis tres primeros hijos al que estoy siendo ahorita con Aitana. Con mis tres primeros hijos yo estaba sobreviviendo. Yo fui un padre muy irresponsable de alguna manera, porque no sabía qué era ser padre. Era yo más bien amigo de mis hijos. Era casi como un adolescente, porque era muy infantil. Era un niño criando a otro niño. Eran como mis amiguitos (…) Lo que quería era divertirlos y divertirme con ellos sin importarme los riesgos. Estaba a veces muy dedicado a mi chamba y falté mucho a los cumpleaños, a graduaciones, a eventos importantes. Y ahora mis prioridades han cambiado. Ahora que nació Aitana, ya no veo la vida así. Ahora, mi prioridad es mi familia. Mi prioridad es estar con mi hija. Incluso, ahora que no sólo estoy trabajando, sino que estoy trabajando en Hollywood –el cual fue mi sueño toda la vida–, es cuando valoro más estar en mi casa. Aunque esté en un set junto a una gran estrella norteamericana, lo que más ocupa mi mente es el regresar a mi casa para poder estar con mi hija”.

¿Te gustaría que Aitana también fuera actriz?

“A todos los que estamos en este medio, creo que no nos gustaría que nuestros hijos se dediquen a lo mismo, porque sabemos que es un medio muy competido, muy complicado, nada fácil y quisiéramos algo mejor para nuestros hijos. Desgraciadamente veo que Aitana va por el mismo camino que yo, que sus hermanos y que su mamá (sonríe). Cada vez la veo más inclinada a actuar y cantar. Todo el día quiere bailar y hacer bromas. Entonces, creo que va a ser inevitable”.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

“Tuve una junta con algunos productores españoles, pero nada concreto todavía. Puedo decir abiertamente que todavía no hay ningún ofrecimiento de alguna película. Pero estoy abierto a producir o a actuar en alguna película española. Ahorita, estoy desarrollando mi próximo proyecto como productor; estoy trabajando en él, espero tenerlo listo a finales de este año. Y viene ‘El Cascanueces’, que se estrena en diciembre; es una película de Disney, ahí hago un papel especial junto a Keira Knightley, Morgan Freeman y Helen Mirren. Y, por último, en México se va a estrenar pronto ‘El complot mongol’, de Sebastián del Amo, en el que es mi regreso al cine en español”.