A propósito del reciente estreno de la cinta ‘Chicuarotes’, que dirige Gael García Bernal, platicamos en exclusiva con el cineasta para conocer detalles de su más reciente producción.

Por: Mario Preciado
Fotografía: Karla Lisker
Realización: FA
Styling: Jess Gutiérrez + Raúl Álvarez
Locación: Pug Seal

Qué mejor manera de dar comienzo a una década de vida tan importante como los cuarenta, como lo ha hecho el cineasta mexicano Gael García Bernal. Esta primavera recibió múltiples halagos por su cinta ‘Chicuarotes’ en Cannes, festival donde tuvo su premier. Y más que el estreno de una película más, es la maduración de su carrera como director; la segunda en el género de ficción después de ‘Déficit’ en el 2007.

“Las películas en general, no buscan una explicación, porque para eso es otra dinámica (…) Las películas generan interrogantes más que respuestas”.

La cinta es protagonizada por Benny Emmanuel, Leidi Gutiérrez y Gabriel Carbajal (también actúan Daniel Jiménez Cacho y Dolores Heredia) y se desenvuelve en el pueblo San Gregorio Atlapulco, en la alcaldía capitalina de Xochimilco, junto a dos jóvenes (Cagalera y Moloteco) quienes buscan alejarse de las condiciones precarias y opresivas de su entorno. Al querer conseguir dinero para retirarse de la hostilidad de su contexto, se involucran en situaciones de mayor violencia.

La película comenzó a producirse hace diez años; sin embargo, es actual de sobremanera. El guión fue escrito por Augusto Mendoza (‘Mr. Pig’, ‘Abel’) y fue producida por La Corriente del Golfo, casa productora fundada hace un año por Gael García y por el también actor Diego Luna. La dupla que se ha caracterizado por traer a pantalla historias con un marcado comentario social; aunque, como lo ha mencionado Gael, ‘Chicuarotes’ no pretende generar una respuesta moral por parte de la audiencia.

“Las películas en general, no buscan una explicación, porque para eso es otra dinámica. Las películas de alguna manera viven porque justamente generan esos cuestionamientos, generan interrogantes más que respuestas. Es por donde navegamos, para que nos hagamos cargo como espectadores al verla; entender algo acerca de lo que nos aqueja, pero no en México en particular o en el momento actual sino como seres humanos, porque es muy universal la cinta”.

Durante la filmación y como director, el jalisciense interactuaba con los actores y los apoyaba a resolver las escenas. No dirigía un proyecto fílmico de ficción desde hace 12 años. Y como él mismo nos lo explica, de alguna manera la experiencia le hizo recordar sus primeros proyectos como actor, sobre todo por el perfil de los protagonistas, aunque sin duda, éste es otro momento.

“Sentía algo similar, me podía empatizar con ese despertar, esas primeras experiencias de cuando yo empecé en este trabajo. Pero la verdad es que ellos (los protagonistas de ‘Chicuarotes’) saben más de lo que yo sabía en ese momento; en el sentido de que cuando empecé a hacer esta película sólo se hacían seis al año. El hacer cine en México era una imposibilidad, era un sueño guajiro y hoy ya es una realidad. Es algo que estos chavitos vienen haciendo desde hace rato algunos de ellos; otros no, pues van empezando y fue su primera película ‘Chicuarotes’. Aun así, ya tienen mucha más información, saben más y tienen más referencias y referentes”.

Así como seguramente fue un reto la mezcla de comedia negra y drama, ¿qué otros retos enfrentaste?

“La película maneja los diferentes géneros, mezclarlos y esta cosa multi-tonal… siempre es complejo y difícil de lograr porque navegas áreas raras (…) Hubiésemos fracasado en nuestra argumentación, en nuestra exposición, en nuestro acercamiento sin poner tan fina la transición entre el humor y lo trágico. El humor detona y te abre para enfrentarte a esas verdades, pero no existe fórmula de cómo hacerlo, nada más tienes que hacerlo, ver si funciona y pulirlo. Hacer una película en sí es un reto, pero hubo muchos: armar el casting y toda la producción. Todas esas cosas siempre son un reto, vienen naturalmente con la responsabilidad de hacer una película”.

‘Chicuarotes’ fue presentada en Cannes en un ambiente de camaradería, al realizador mexicano lo acompañaron amigos entrañables como Diego Luna, Alejandro González Iñárritu, Walter Salles, Fatih Akin y Thierry Frémaux. Fue un momento especial, ya que el afamado certamen lo ha visto volver innumerables ocasiones para presentar películas como ‘Babel’, ‘La mala educación’ y ‘Diarios de motocicleta’, entre otras. “Me siento muy orgulloso, muy contento con el trabajo de todos y por el resultado de la película y de lo que terminó pasando. Siento que en ‘Chicuarotes’ se logra ese objetivo que nos habíamos trazado de armar muchas interrogantes”, explica.

Gael es un artista arriesgado, provocador y camaleónico, un retratista social; ciudadano comprometido, contemporáneo, un mexicano singular, ejemplo de muchos. Con una carrera sobresaliente y una fuerza interpretativa que no tiene nadie más.

Finalmente, te has distinguido por manifestar tu opinión y crítica ante temas que te parecen injustos. ¿Consideras que el reflector internacional que hay sobre ti te da el compromiso de expresar aquello que puede mejorar?

“Más bien por vivir en donde vivo, por eso uno siente la responsabilidad de encarar los temas y de erogarlos, pero eso es ejercer el ser ciudadano y todos estamos en nuestro derecho de hacerlo. Aprovecho el reflector, pero ése no es un detonante”.