El artista considera que el arte le otorga forma a los sentimientos que no son del todo comprensibles.

Texto: Mayumy Salinas
Fotografía: Cortesía

Desde un estilo de vida hasta una manera inevitable de ser y existir en este mundo, es como se ha reflejado el arte en la vida del artista Hirán Lomelí, quien dio inicio a su carrera al estudiar clases de pintura particulares con Manuel Iván Centena; años después, Centena lo contactaría con el entonces director de Patrimonio Cultural, Carlos Gutiérrez Arce, logrando así su primera exposición individual en el Centro Cultural Patio de los Ángeles.

Para Hirán Lomelí la atmósfera de sus cuadros se ha convertido en una obsesión. Sin rayar en el surrealismo, siembre busca que su obra tenga una atmósfera onírica donde, más que lo estético, sean la actitud de los personajes y sus elementos los que le den cuerpo a la obra. Siendo sus propios sueños su mayor referencia para su material temático, además del trabajo de artistas como Frederic Leighton, William Holman Hunt y John William Waterhouse.

Lomelí nos relata que la creación de su obra es la realización de un proyecto de psique que, en ocasiones, se torna complicado al otorgarle un significado lógico. “La mayoría de las personas no comprenden que el proceso creativo muchas veces carece de una razón específica”. Asimismo, Hirán relata que disfruta cuando desconocidos logran captar y descifrar sin dificultad los elementos principales de su trabajo, los cuales son la actitud de los personajes y la atmósfera realizada con la paleta.

El artista expresa que el arte es algo que prácticamente no se decide: se encuentra dictaminado en el ADN. Hirán se deja llevar por un poder creativo que impulsa a la expresión. “Ignorar ese don puede tener consecuencias en tu estado de ánimo, así que es mejor hacerle caso y ponerte a crear”, comenta. Las obras de Lomelí se ven representadas por las féminas, chicas pálidas de estética imperfecta que despiertan una actitud de “un no sé qué”, creadas principalmente de óleo sobre tela ya que le es más práctico y moldeable.

Hirán Lomelí nos comparte que solía soñar con mujeres que lucían un aspecto de décadas o de siglos pasados, quienes entre risas se desbarataban como si fueran de yeso; a partir de ello, comenzó a pintarlas enfocándose en elementos de Eros. El experimentado artista se enfoca en su propio sentir sin dejarse influenciar por tendencias o modas. “Busco mi propio desarrollo, sin negar que puedo aprender mucho de mi entorno artístico y de mis colegas”.

Hasta la fecha, Hirán ha tenido la oportunidad de exponer de manera individual en Jalisco, Coahuila, Quintana Roo, Ciudad de México, Colima, Los Ángeles California; y algunas de sus obras han sido vendidas en Inglaterra, Alemania y República Checa a través de LondonArt.co.uk.

Facebook: Lomelí Art
Instagram: @hiran_lomeli