El principal objetivo de nuestro cerebro es mantenernos con vida, y esto lo logra a través de dos estrategias: alejarnos del peligro y del dolor.
Texto: Hugo Jaramillo
Estimados lectores; permítanme comenzar este artículo yendo directo al punto: El principal objetivo de nuestro cerebro es mantenernos con vida, y esto lo logra a través de dos estrategias: alejarnos del peligro y del dolor. ¿Por qué ayuda saber esto? Porque una vez que lo sabemos, también podremos comprender por qué a las personas les cuesta tanto salir de su zona de confort; ya que si tu cerebro trata de evitar a toda costa el peligro y el dolor, es natural que cuando te encuentres en un lugar en el que te sientes seguro y confortable, vas a querer quedarte ahí indefinidamente.
Ahora bien, si este mismo principio lo aplicamos a las relaciones interpersonales, podremos comprender también por qué hay personas que pueden llegar a quedarse en una relación más tiempo del que deberían. Pues el miedo a perder lo que ya se tiene suele ser, para muchos, razón suficiente para no buscar algo mejor. Esto es algo que debe trabajarse y superarse.
Pero finalmente, a lo que quiero llegar, es a que este mismo principio nos explica además por qué, cuando se da un conflicto serio en pareja, naturalmente lo que los amantes buscan es sentirse bien, “aliviar el dolor”; reducir la incertidumbre y la angustia, lo que suele ocasionar que el mismo problema se repita una y otra vez -¿Tiene sentido lo que digo?- Pues se pierde de vista lo que realmente debería buscarse: “solucionar el conflicto de raíz”; aunque nos de miedo y aunque nos cueste trabajo, ya que es necesario ser conscientes sobre el destino al que nos están llevando nuestras decisiones, porque sólo así podremos vencer nuestros propios bloqueos y ser mejores.
Así que la próxima vez que tengas un conflicto serio con tu pareja o alguien más, no busques como objetivo calmar el dolor para sentirte bien. Busca, más bien, arreglar las cosas a profundidad, construir una solución a largo plazo, y ya verás que en el camino crecerás, serás una persona más fuerte y, en consecuencia, también te sentirás mejor.
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