Con más de 25 años de experiencia profesional, Palmira emprendió el sueño de su vida: Lienzo, centro de diseño donde se crean y se comparten experiencias.

Por: Mario Preciado (IG: @mariopreciado_)
Fotografía: Diego Torres (IG: @torres8168)

La arquitecta de interiores Palmira Chávez se formó en una época en la que en México se creía que su profesión se limitaba a la pericia de decorar un espacio. A lo largo de poco más de 25 años de experiencia profesional, han sido varios los retos que ha sorteado, pero cada uno de ellos ha valido el esfuerzo, desde defender el gremio y sus virtudes hasta cuestiones de género.

“En la vida, mucho depende del valor que te des tú mismo y saber venderte (…) Me refiero a apasionarte por lo que haces”, explica Palmira cuando responde a la manera en que ha afrontado algunos de sus desafíos. Y, en referencia a la importancia de su profesión, es clara en mencionar que un ambiente lo puede provocar todo en una persona, incluso determinar su comportamiento.

Ha desarrollado bajo su firma homónima infinidad de proyectos comerciales, corporativos y residenciales; más recientemente, fundó Lienzo, laboratorio de diseño que conjunta proveedores calificados, cuya variedad de materiales permite personalizar su amplio catálogo de productos, siempre bajo el asesoramiento de Palmira.

En Florencia (Italia), Palmira estudió Arquitectura de Interiores, aunque antes de ello experimentó en Comunicación, siempre tuvo un gusto particular por la fotografía y el periodismo. Algo que infirió en su pasión por el interiorismo fue convivir constantemente con extranjeros. Primero, muy chica, teniendo como compañeros de clase a niños de distintas nacionalidades; el convivir con ellos todos los viernes en sus casas le abrió el mundo hacia otras culturas. Disfrutaba de vez en cuando reorganizar su habitación y experimentar el cambio. “Me sentía una persona diferente, sentía que volvía a empezar”, añade.

“TENGAMOS ESE GOZO PARA AVENTARNOS A VIVIR NUESTROS SUEÑOS, PORQUE NADA ES TAN DIFÍCIL NI NADA ES TAN GRAVE”.

Después, cuando estudió en Europa, si bien muchos de sus compañeros eran italianos, el resto provenía de otras regiones del mundo. “De esa manera es como percibes que hay una forma de vida muy diferente en cada cultura”, explica. En esa etapa, era habitual recorrer las calles de Florencia junto a sus compañeros y jugar a adivinar las épocas y estilos de los muebles que veían en las galerías de subasta. El haber tenido a los mejores profesores en cada materia, por ejemplo, en textiles, le avivó también esa pasión; encuentra fascinante como un mueble o un textil puede representar toda una época de la historia. 

¿Cómo logras diferenciarte de tu competencia? –preguntamos–. “La competencia la tienes únicamente contigo mismo. Nunca me he distraído con quién es mi competencia. Yo, Palmira, siempre trato de hacer equipo (…) Siempre he estado dispuesta a enseñar y a compartir (…) porque nadie te garantiza que mañana estarás vivo y la única forma de trascender es a través de lo que compartiste”.

Palmira se dice una persona sumamente ordenada, característica imprescindible por encima de sólo ser creativo. Además, reconoce que el ser afable, siempre es provechoso. “Mi mamá siempre decía que una persona debe tener tres características: ser honrado, trabajador y agradecido. El tema de la humildad, a mí, me parece grande”. Y reconoce que la humildad no sólo debe ser en términos de aceptar las capacidades propias, sino en saber trabajar de cerca con la cadena de proveedores y fabricantes.

Palmira es una profesionista que da la cara. “Me he diferenciado por tener un gran compromiso con mis clientes, pero también es un compromiso conmigo y con la gran pasión que tengo hacia lo que hago. Todo el tiempo estoy investigando y actualizándome (…)”. La distingue también su afán por proponer cosas distintas; a pesar de tener la facilidad de repetir elementos, ideas y soluciones entre sus proyectos, le gusta ser arriesgada. Es más fácil repetir algo que ya hiciste, asegura, pero ella no es ese tipo de interiorista.

Lienzo, centro de diseño.

Hace poco más de un año Palmira fundó Lienzo, en avenida León #1109, espacio para la creación de ideas donde sus clientes pueden conocer de cerca todas las posibilidades que el catálogo de proveedores calificados y de prestigio de Palmira pueden ofrecer. Es el sueño que tuvo desde que comenzó en el mundo del interiorismo y que le tomó cerca de diez años concretar. “Lienzo es algo muy bonito en mi vida. Mucha gente que me conoce ha visto cómo he perseverado”, agrega.

En Lienzo, la especialista conjunta a los mejores proveedores con los que ha trabajado, para que sus clientes puedan personalizar sus proyectos. Detrás, están sus conocimientos y reputación, así como los de su equipo multidisciplinario. Cuenta, por ejemplo, con Camerich, productor de muebles; los tapices de Casadeco; así como Artell, experto en telas. Asimismo, Lienzo cuenta ArtLab, espacio enfocado a la exhibición, venta y asesoramiento de arte.

Palmira es una profesionista versátil, actualmente trabaja en su propia marca de muebles y colabora con el equipo creativo de una serie que produce Sony. Ama su faceta como mamá. Cada que puede, busca darse espacios de tranquilidad inmersa en la naturaleza, le gusta andar en bicicleta de montaña, y leer. “Tengamos ese gozo para aventarnos a vivir nuestros sueños, porque nada es tan difícil ni nada es tan grave”.

www.lienzo.design
Instagram: @palmira.chavez.oficial