El arte lo ha ayudado a interactuar en la sociedad y a saber que puede ser un transformador de su entorno y de la sociedad.

Texto: Mayumy Salinas
Fotografía: Gabriel Becerra

Dando inicio a su carrera artística en el año de 1989, en la escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Roberto López Ramírez es un artista plástico jalisciense que se nutrió de la enseñanza de maestros con gran calidad técnica y artística, quienes lo inspiraron a adquirir una disciplina que hasta ahora conserva. “Era común que me vieran con mi tabla de dibujo en la mano, dibujando por los pasillos o en la cafetería”, nos dice. Su disciplina lo llevó a desarrollar una línea fuerte, decidida y muy propia. A través de sus cinco años de estudios, aprendió diferentes técnicas de expresión: escultura, grabado, dibujo y pintura, así como experimentación de materiales que, en conjunto con su creatividad y sensibilidad, dieron paso a su concepto expresivo. Su estilo característico ha ido adquiriendo más propiedad y constancia conforme sigue explorando temas y recursos.

López Ramírez gusta de representar estados abstractos con un estilo que él llama “neofigurativo”; así mismo, busca concretizar emociones o elementos intangibles con toques surrealistas, expresionistas, fauvistas. “La mayoría de los elementos que utilizo son el ser humano, peces, semillas y su interrelación; de igual forma, me valgo de los sucesos de la vida y del símil de principio y fin. Complemento mi mensaje con formas ramificadas, líneas orgánicas y la creación de nuevas especies de seres extraños. Algunas veces utilizo los elementos clásicos para mi trabajo”, declara.

“DISFRUTO EL APORTE DE LA VISIÓN DE UN MEXICANO ANTE EL MUNDO”.

El artista compartió con MAXWELL que el sentido de cada una de sus obras es relativo, puesto que éste dependerá de la etapa que se encuentre viviendo tanto él –como creador de la obra–, como el espectador; a veces coinciden, a veces no. Cada una de sus piezas transmite situaciones, emociones y pensamientos diferentes, siendo la vida misma, los seres que lo rodean, la música, la poesía y los grandes de la pintura y escultura una fuente constante de su inspiración creativa.

La línea, el dibujo, el color, las atmósferas y las temáticas son características de la creación del artista. Roberto López disfruta de transmitir emociones y del poder de la expresión. “Me gustan las técnicas clásicas, tanto como las modernas. Me agrada experimentar con diferentes materiales y soportes para darle cuerpo a lo que quiero expresar. A veces, un mismo elemento lo trabajo con acrílico, óleo, pasta o madera, para que este mismo elemento dé un mensaje distinto, justo como lo quiero decir”.