Ruinart Blanc de Blancs, el champagne más célebre de la Maison, es un vino elegante de un dorado impoluto, resultado de su selección precisa de premiers crus de los viñedos de Épernay.

Texto y fotografía: Cortesía

Recientemente, el restaurante de especialidad japonesa Yoshimi, ubicado en el hotel Hyatt Regency Mexico City y referente gastronómico en la capital del país, se unió al champagne de fama mundial Ruinart en un diálogo singular, entre oriente y occidente, presentando un menú exquisitamente maridado que formará parte de la carta permanente del establecimiento. A propósito de este lanzamiento, quisimos hablarte acerca de una de las etiquetas icónicas de Ruinart: el Ruinart Blanc de Blancs.

Ruinart Blanc de Blancs, el champagne más célebre de la Maison, es un vino elegante de un dorado impoluto, resultado de su selección precisa de premiers crus de los viñedos de Épernay. Marida a la perfección por la sutileza y frescura de sus notas frutales de cítricos, durazno y flores blancas.

Ruinart fue fundada en 1729 por Dom Thierry Ruinart, un sabio monje benedictino que visualizó el futuro promisorio del “vino espumoso” y comenzó la distribución del champagne instaurando la Maison Ruinart. En 1768, el monje adquirió antiguas canteras de tiza Galo-Romanas como cavas para sus botellas, que se convirtieron en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1931. Estas cavas, las más profundas del mundo, ofrecen el beneficio triple de una temperatura estable y constante, una completa ausencia de vibración y un perfecto nivel de humedad, proporcionando las condiciones ideales de fermentación y madurez de los vinos de Ruinart, y el hilo de oro del gusto Ruinart: puro, fino y elegante.