En enero de 2022, el doctor Juan Luis Mosqueda Gómez cumplió dos años siendo director del Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío. En entrevista, conocimos acerca de su formación y personalidad.

Por: Mario Preciado (IG: @mariopreciado_)
Fotografía: Diego Torres (IG: @torres8168)

Tan sólo habían pasado unas semanas de que inició en el cargo de director general del Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB), cuando comenzó la pandemia de COVID-19, recuerda el doctor Juan Luis Mosqueda Gómez, lo cual sin duda ha sido retador, pero tuvo a su favor la sobresaliente formación desarrollada al cabo de los años, principalmente con una de sus especialidades, Infectología. Instalados en la sala de juntas del HRAEB, platicamos con el médico acerca de su trayectoria, pero también conocimos al hombre sin la bata blanca.

Originario de Irapuato (Guanajuato), el doctor Mosqueda no tuvo la influencia de algún familiar para decidirse a estudiar Medicina, misma que suele ser habitual en los médicos. Recuerda que también le llamaba la atención la Ingeniería Electromecánica, era hábil con las matemáticas y de hecho participaba frecuentemente en concursos. A pesar de ser áreas dispares, al final de cuentas eligió la atención médica y el camino ha sido gratificante, tanto que hoy no se visualiza haciendo otra cosa.

Tras dos años como director de la institución, Mosqueda identifica dos de los logros más satisfactorios. Por un lado, involucrarse en la atención de la pandemia desde diversos niveles, como el organizar el hospital para la adecuada atención y ofrecer las medidas de seguridad al personal de salud. Explica que el HRAEB comparte una tasa de letalidad baja de COVID-19 al nivel de los mejores hospitales del mundo.

Asimismo, ha participado eficazmente en el proceso de conversión del hospital hacia la gratuidad de los servicios, un paso que se dio a nivel federal desde el primero de diciembre de 2020 en los llamados hospitales de especialidad o de tercer nivel. El HRAEB atiende enfermedades graves y procedimientos complejos, como cáncer, cirugías de corazón abierto y trasplantes. Existen dos criterios que se deben cumplir para ser atendido en un hospital de este tipo: primero, que el paciente no tenga derechohabiencia a otras instituciones (IMSS, ISSSTE, etc.) y el segundo es que justamente el problema que tenga requiera la alta especialidad.

“CUANDO ESTÁS EN UN PUESTO DE DIRECTOR LA GENTE ESPERA A ALGUIEN MUY SERIO Y MUY FORMAL, QUIZÁS INCLUSO A ALGUIEN MUY DIFÍCIL DE ALCANZAR. ALGO QUE HACE LA DIFERENCIA, Y QUE FINALMENTE ES MI FORMA DE SER, ES QUE TRATO DE TRABAJAR CERCANO A LA GENTE”.

Como un gesto de confianza, la puerta de su oficina siempre está abierta, asegura. “Trato de platicar, ser amable, hago bromas (…) Eso ayuda a conocer a la gente con la que trabajas y mejora el ambiente. En el trabajo siempre hay diferencias, cada quien opina de una u otra manera, pero hemos podido sobrellevar situaciones tan difíciles como lo de ahora. La disrupción más importante para mí ha sido esa, el trato con los compañeros”.