Como fundadora y presidenta de esta asociación acompaña a todos los integrantes de la familia en el proceso de adopción.

Por: Matty Guzmán | Fotografía: Bruno Gómez de la Cueva

“El acompañamiento no sólo se refiere a los trámites, sino a los cursos, talleres y actividades sociales para papás e hijos”.

Después de algunos años de investigación e intervenciones en materia de adopción, la asociación civil De Corazón Nacemos se fundó en el año 2016, con el propósito de crear conciencia y capacitación continua a todos aquellos involucrados en el desarrollo de niños, niñas y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad; principalmente, aquéllos que se encuentran albergados en Centros de Asistencia Social (CAS).

Con la convicción de que ser adoptado significa que naces del corazón de tus padres, en la asociación se busca fortalecer el proceso de adopción, apoyan a los solicitantes en su proceso y, posteriormente, en la integración del niño, niña o adolescente a su nuevo hogar. El objetivo: proporcionar seguridad socio-afectiva en el desarrollo del niño, desde el momento en que se integra al núcleo familiar.

Al crear esta asociación, la idea de su fundadora Daniela Gómez de la Cueva, era la necesidad de hacer las cosas lo mejor posible, con todo el amor y la mayor información, pues como psicóloga conoce la importancia de generar un proceso efectivo. “El acompañamiento no sólo se refiere a los trámites de las familias que se forman por medio de la adopción, sino que les damos cursos, talleres y actividades sociales para papás e hijos”, comentó Dani.

Actualmente, implementaron un programa de voluntarios que fungen como tutores que ahí mismo capacitan para que visiten de manera semanal a los niños, niñas y adolescentes que viven en casas hogar y, de esta forma, los niños aprendan a vincularse de una manera sana porque, en la mayoría de los casos, están acostumbrados a dinámicas familiares disfuncionales.

“También, formamos parte del Colectivo de Embajadores y Embajadoras de la Adopción México. Con este colectivo pudimos estar en el Senado de la República y con los diputados para promover la legislación nacional de la adopción. En nuestro país aún falta mucho por hacer”, agregó.

Durante estos tres años el motor han sido los niños, niñas y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad. Procuran su beneficio mediante factores de protección a partir de la evaluación y formación de sus futuros padres adoptantes, así como de su constante capacitación; y tienen como meta convertirse en un referente nacional como una asociación comprometida ética, profesional y moralmente con las familias constituidas por medio de la adopción.

“Nuestro interés principal es velar por el bien superior de ellos, por lo cual hemos desarrollado un plan de trabajo a partir de cuatro grandes áreas: pre-adopción, adopción y post-adopción, formación profesional y apoyo continuo en centros de asistencia social”, concluye.