Madame Clicquot “La Grande Dame” y la icónica artista japonesa Yayoi Kusama comparten increíbles similitudes dando como resultado una edición coleccionable única y colorida.


Redacción MAXWELL
Fotografía: Cortesía

Buscar experiencias sibaritas es un placer para los grandes conocedores del vino, y la casa de champagne Veuve Clicquot lo sabe perfectamente. Para rendir un homenaje a La Grande Dame 2012, se realizó una colaboración con la icónica artista japonesa Yayoi Kusama, dando como resultado una edición coleccionable única y colorida.

Misión eterna

A pesar de estar separadas por 150 años y miles de kilómetros entre sus países de origen, Madame Clicquot “La Grande Dame” (heredera de Veuve Clicquot) y Kusama comparten increíbles similitudes entre sus vidas, éxitos profesionales y el objetivo de conseguir la independencia y conquistar el mundo.

Aunque distanciadas por el tiempo, ambas mujeres están unidas también por su amor a la belleza, el cuidado riguroso, las exigencias impecables y la atención al detalle en cada una de sus creaciones. Madame Clicquot sabía que un buen champagne no era suficiente para hacerse de una reputación mundial; la botella, la etiqueta y el diseño eran tan importantes como el vino en sí. De ahí la relevancia de la intervención actual por parte de una artista tan icónica como Kusama.

La Grande Dame 2012 es un vino preciso y delicado, juguetón, animado, risueño. Esta nueva añada ofrece una fuerte mineralidad llevada por Pinot Noir (presente al 90%), equilibrada con la frescura de la mezcla. Su potencial de envejecimiento es inmenso. La Grande Dame 2012 no sólo es una delicia hoy, sino también una promesa de celebración en los años venideros. El patrón de lunares característico de Kusama, recuerda las burbujas de champagne que encarnan La Grande Dame 2012. En esta gran asociación, los universos creativos de la artista y de Veuve Clicquot se mezclan en una brillante, atrevida y optimista obra de arte.